martes, 29 de enero de 2008

Ya no somos los mismos

Y ¿Cómo empezar?, pues empezare haciendo comparaciones, es raro verte en un ambiente de cambios tan drásticos, darte cuenta que la practica no es igual a la teoría, pasar de mi pensamiento soberbio de que todos los hombres pueden hacer lo mismo, y, es que no es cierto, me di cuenta que no puedo influir en como quisiera en todos, aya en Iquitos amaba dar consejos, y es que con un conocimiento básico de la razón se puede determinar ciertos patrones de conducta general, pero ahora me doy cuenta de mi error, ya que hay personas con conductas enraizadas desde pequeños que no van acorde con los patrones que alguna vez me platee

También la diferencia entre la seguridad de mi hogar, a parte de la posibilidad de conseguir lo que se me antoje (por meritos propios claro), ha tener que pensar que dependo de un sueldo establecido muy limitado, sin posibilidad de hacerlo producir, (es estresante)

La diferencia entre mi total intimidad y mi ahora casi nula intimidad, la libertad de coger mi moto y escapar de la a veces asfixiante sociedad, ha vivir encerrado entre cuatro paredes y un techo, la sensación de ser dueño de mis actos, a la presión de tener que dominarlos por la constante evaluación, la falta de sueño, el agotamiento y el estrés terminan de sazonar este cóctel que ahora llamo vida.

Mas no todo es oscuro, por esta experiencia puedo conocer mejor la naturaleza humana y replantearme ciertas aseveraciones, además de conocer y superar un nuevo tipo de estrés, o como diríamos con algunos amigos “escuatro”, también la aceptación de otras realidades y reconocer que no todos estamos tan dispuestos a razonar y resolver problemas por medios diplomáticos, de esta manera mi crecimiento intelectual, racional, humano y hasta moral es inmenso y espero vaya en aumento

1 comentario:

Jaime dijo...

Bueno te replanteaste un feedback amigo. aunque hay cosas que debo decirte personalmente pero estas en un porceso racional correcto. Es cierto que no todos estamos dispuestos a razonar por simples prejuicios o simplemente necedad, que es la peor desgracia del aprendizaje. pero bueno, ta bueno el artículo.